Esto sólo significa dos cosas, la gran ambición de las empresas españolas que han formado parte de todo este entramado ferroviario y la eficacia y calidad de las infraestructuras que lo hacen posible.
Pero no queda ahí la cosa, ya que muchas de estas empresas –muchas cuentan con más de 20 años de experiencia- tienen parte de sus miras puestas en el exterior.
Es el caso, por ejemplo, de empresas cotizadas como FCC, Sacyr, OHL o Acciona, las cuales han operado en la construcción de plataformas, vías o estaciones, así como los fabricantes de los trenes (Talgo) y los gestores: Adif y Renfe. También las pequeñas y medianas empresas encargadas de las tecnologías electrónicas y de sistemas como Isolux son de esa misma opinión.
Por eso ahora es el momento de poner toda la carne en el asador y hacer gala de todo lo conseguido hasta ahora en los diferentes concursos que se abren ya en Estados Unidos, China o Arabia, los cuales cuentan con presupuestos billonarios que pueden aportar actividad durante 10 o 15 años.
Grandes empresas como Ferrovial quieren destacar su papel en la alta velocidad en España, desde el primer trayecto Madrid-Sevilla, hasta el actual Madrid-Valencia pasando por el de Madrid-Barcelona. Ellos mismos consideran que su amplia experiencia les permite concursar en proyectos de alta velocidad: "Estamos analizando la oportunidades que están surgiendo en Estados Unidos, con Cintra y Webber, filial de Ferrovial Agromán".
No debemos olvidar, como bien indica el catedrático de marketing Esade, Josep Francesc Valls, que “España es uno de los países mejor preparados para liderar un proyecto global de empresas europeas para la implantación de la alta velocidad en cualquier lugar del mundo”.
Las empresas
FCC ya tiene sus ojos puestos en Florida, donde se construirá el tren que unirá Orlando con Tampa, valorado en unos 3.000 millones de dólares para un tramo de unos 100 kilómetros.
Para participar en la adjudicación, la empresa española se ha asociado con Siemens –que aportará el material rodante-, con la empresa francesa Veolia y con la sueca Skanska.
Otro caso es el de Acciona, la cual cuenta ya con experiencia en otros países, como la excavación de dos túneles que permiten la entrada urbana del Tren de Alta Velocidad (TAV) Milán-Nápoles a su paso por Bolonia.
Una de las empresas más importantes en este sector es Cobra (Grupo ACS), que ha implantado ya líneas áreas de contacto (catenarias) en China. Pero sus planes no acaban ahí, ya que su meta es seguir en el área de superestructuras ferroviarias y participar en el consorcio español que opta a la línea que unirá La Meca con Medina. "También estamos tomando posiciones en el mercado norteamericano, en lo que va ser el despliegue del alta velocidad en EE UU, así como las posibilidades del negocio en Canadá”, añaden.
La española Talgo, por su parte, ha desarrollado el modelo Avril -con el que quiere competir en proyectos que se prevén desarrollar en países como Brasil- y lo está ofreciendo en el exterior junto con el Ministerio de Fomento y Adif.
Además, ya se han puesto en marcha fondos públicos que se unirán al dinero privado para la construcción de diversos corredores en Florida, California, Texas o a ciudades como Nueva York, Washington, Boston o Chicago.
Pero Estados Unidos no es el único objetivo, ya que China cuenta con unas cifras de inversión que superan a las de cualquier país occidental. Entre sus planes destacan la unión del área ferroviaria con otros 16 países para 2025 y lo que supondría un acercamiento más que significativo con Europa.
Ahora es el momento de invertir dinero y esfuerzos en el exterior, ya que la crisis no permite realizar muchos de los puntos que se tenían previstos años atrás aquí en España. ¿Qué propondrías tú para expandirte en el extranjero?
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