martes, 3 de enero de 2012

Unos 446.000 descendientes de españoles han solicitado la nacionalidad

El pasado martes 27 de Diciembre finalizó el plazo de tres años que la Ley de Memoria Histórica estableció para que hijos y nietos de españoles recuperaran la ciudadanía de sus antepasados, ya fueran exiliados por motivos políticos entre 1936 y 1955 o por razones económicas. Muchos hijos de españoles pudieron acceder a la nacionalidad que sus padres habían perdido al irse de España o al adoptar la ciudadanía del país al que habían migrado.

El Ministerio de Asuntos Exteriores aún no cuenta con los datos finales sobre las solicitudes recibidas durante los tres años de plazo, pero contó que hasta el 30 de noviembre pasado, es decir, en dos años y 11 meses, unas 446.277 personas pidieron adquirir la nacionalidad por esta vía. El 95,2% es originario de Latinoamérica y más de la mitad de las peticiones fue recibida en los consulados de La Habana (Cuba), en primer lugar, y Buenos Aires (Argentina), en segundo término. Durante 2012 se seguirá analizando la validez de las solicitudes. En los primeros dos años el Ministerio de Justicia rechazó solo el 4% de las 293.500 peticiones presentadas.

Para sorpresa de los funcionarios, el 92,5% de las solicitudes recibidas en dos años y 11 meses fue presentado por hijos de españoles y apenas el 6,1%, por nietos. Hasta junio próximo sigue abierta la posibilidad de que pidan la nacionalidad los nietos de abuelas españolas que perdieron la ciudadanía al casarse con un extranjero, de acuerdo con lo que establecía la legislación hasta la década de los cincuenta.

Argentina es el país con más españoles en el extranjero, unos 400.000, incluidos los menores de edad. Más de la mitad de esa cifra corresponde a nacidos en este país sudamericano. Uno de ellos es Gerardo Cadierno. “Me nacionalicé español como homenaje a los que vinieron y no pudieron volver. Mis tíos combatieron en las filas republicanas y uno estuvo detenido varios años en el campo de concentración [nazi] de Mauthausen [Austria]. Es un derecho que tenía y lo ejercí. No hice otra especulación”, cuenta Gerardo, que entre 2001 y 2005 vivió en Villaviciosa (Asturias). Él y su mujer, que también recuperó ahora la nacionalidad de sus abuelos, habían perdido la mayoría de sus ingresos laborales en la crisis argentina y justo fueron invitados a dar una conferencia sobre montañismo en Asturias. Allí unos parientes les consiguieron trabajo y se quedaron cuatro años. Finalmente optaron por volver cuando Argentina ya se recuperaba de la crisis porque preferían desarrollar aquí su carrera y que sus hijos estuvieron cerca de sus abuelos. Gerardo no descarta migrar otra vez: “Somos nietos de inmigrantes y sabemos qué es esto de migrar”.

María Silvina González, relacionista pública de 39 años, es otra argentina que se hizo española con la Ley de Memoria Histórica. “De mi abuelo no sé nada”, reconoce María Silvina. Más tarde averigua que había nacido en Coín (Málaga) y había migrado a Argentina en 1913. “A mí no me interesaba sacar la nacionalidad española. Mi familia me dijo que me la hiciera. ‘¿Para qué?’, les pregunté. 'Para no tener que sacar la visa para ir a ver a nuestro hermano en EEUU', me contestó otro hermano mío, que es profesor de educación física y vive en un refugio de montaña en Bariloche. A él nunca le hubieran dado la visa como argentino para entrar a EEUU porque ahí te piden que demuestres determinados ingresos”, relata María Silvina, que descarta que se vaya a mudar a otro país, pero opina que la nacionalidad europea le puede abrir puertas en el futuro.

El pasado martes se vivieron en el consulado español en Buenos Aires escenas que no se veían desde hace diez años, cuando la crisis de Argentina empujaba a muchos de sus ciudadanos a buscar desesperadamente algún antepasado europeo para hacerse de un pasaporte que les permitiera emigrar sin problemas. El martes había otra vez colas que rodeaban toda la manzana del consulado, en el aristocrático barrio de Recoleta, pero ya no se traslucía angustia. Es ahora España la que está en recesión, mientras Argentina apenas desacelera su fuerte crecimiento por el contagio de la situación internacional.

El martes unas 2.000 personas presentaron su solicitud en el consulado porteño. Es así que en tres años se recibieron allí más de 70.000 peticiones. El martes, el consulado debió extender el horario de atención de las 14.30 a las 16.30 y además habilitó 40 ventanillas, en lugar de las tres o cuatro habituales. Muchos dejaron el trámite para el último día.

“La motivación principal de los solicitantes es de orden cultural, familiar, sentimental”, explica el vicecónsul en Buenos Aires, Marcos Rodríguez. “Aquí en Argentina mucha gente tiene una identidad multicultural. También hay quien ha trabajado en España, o hace negocios allí o debe cobrar una herencia y calcula que la nacionalidad le facilitará las cosas. Están los que piensan que Argentina sufrirá otra crisis y entonces es bueno tener un pasaporte europeo”, enumera Rodríguez. En Cuba, en cambio, las motivaciones también son políticas: buscan una vía para salir temporal o definitivamente de la isla, con rumbo a España o EEUU.

Fuente: ElPaís

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